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Incumplimiento de la custodia compartida: Lo que debes saber en España

Incumplimiento de la custodia compartida: Lo que debes saber en España

Marco legal de la custodia compartida en España

El marco legal de la custodia compartida en España ha experimentado cambios significativos en las últimas décadas, con el objetivo de promover la igualdad parental y asegurar el derecho de los hijos a mantener una relación equilibrada con ambos progenitores.

Evolución de la custodia compartida en las últimas décadas

Hasta hace poco tiempo, el sistema de custodia monoparental era la norma general en España, otorgando la custodia exclusiva a uno de los progenitores. Sin embargo, en respuesta a la necesidad de fortalecer los vínculos parentales y fomentar la coeducación de los hijos, se ha producido un cambio gradual hacia la normalización de la custodia compartida.

Este cambio se ha visto reflejado tanto en la jurisprudencia como en la legislación, reconociendo cada vez más la importancia de la participación equitativa de ambos progenitores en la crianza y educación de los hijos. La evolución también ha sido impulsada por la Convención sobre los Derechos del Niño, la cual establece el derecho de los niños a mantener relaciones personales y contactos directos con ambos padres de forma regular.

Normativa actual y su aplicación por defecto

En la normativa actual española, se establece que la custodia compartida debe ser la opción preferente, aplicable por defecto, siempre y cuando sea la más beneficiosa para el interés superior del menor. Esta normativa busca proporcionar un marco jurídico claro y uniforme en todo el territorio español, evitando así que la decisión sobre la custodia se base en criterios subjetivos y arbitrarios.

El criterio principal para determinar la custodia compartida es el bienestar y el interés superior del menor. Se evalúan diversos factores, como la capacidad de los progenitores para cooperar en la toma de decisiones en relación con los hijos, la disponibilidad y el compromiso de ambos progenitores para brindar atención y cuidado, así como la capacidad para garantizar una adecuada estabilidad emocional y educativa.

  • La custodia compartida se considera beneficiosa en aquellos casos en los que los progenitores demuestran una capacidad de comunicación y cooperación efectiva, fomentando así el desarrollo integral de los hijos.
  • Además, la ley establece que la custodia compartida es especialmente deseable en situaciones de violencia de género, siempre y cuando se adopten las medidas necesarias para garantizar la seguridad y el bienestar del menor y del progenitor víctima.

 

Tipos de custodia compartida

En el ámbito de la custodia compartida, existen diferentes formas de ejercerla, adaptadas a las necesidades y circunstancias de cada familia. A continuación, se describen tres tipos de custodia compartida que pueden ser aplicados:

Formas de ejercer la custodia compartida

La custodia compartida se puede llevar a cabo de varias formas, dependiendo de las preferencias y acuerdos entre los progenitores:

  • Vivir en un mismo domicilio: En esta modalidad, los padres conviven bajo el mismo techo, compartiendo la responsabilidad de cuidar y educar a los hijos de manera equitativa.
  • Vivir en distintos domicilios: En este caso, los progenitores residen en lugares diferentes, pero se establece un régimen de visitas y reparto de tiempos de convivencia con los hijos de forma equilibrada.
  • Vivir bajo el mismo techo: Esta modalidad consiste en que los padres permanecen en la misma vivienda familiar, pero adoptan horarios o espacios separados para cuidar a los hijos. Por ejemplo, pueden alternarse en dormir en habitaciones distintas o utilizar espacios separados para el ocio.

 

Custodia partida o distributiva

En algunos casos, cuando no es posible establecer una custodia compartida de forma convencional, se puede recurrir a la custodia partida o distributiva. Este tipo de custodia consiste en que cada progenitor tiene la custodia exclusiva de uno o más hijos, de acuerdo a las circunstancias y necesidades específicas de la familia. Aunque menos común, puede ser una opción viable en determinadas situaciones.

Guarda y custodia atribuida a un tercero

En situaciones excepcionales, cuando los progenitores no pueden asumir la custodia compartida o monoparental, se puede otorgar la guarda y custodia a un tercero. Este tercero puede ser un familiar cercano o una persona de confianza que asume la responsabilidad de cuidar y educar a los hijos en ausencia de los progenitores. Esta medida se toma en consideración del interés superior del menor y cuando se determina que es la opción más adecuada para su bienestar.

Incumplimiento de la custodia compartida

El incumplimiento de la custodia compartida es una situación que puede generar conflictos y problemas en el ámbito familiar. En caso de que alguno de los progenitores no cumpla con lo estipulado en el régimen de custodia compartida, existen acciones legales que se pueden llevar a cabo para hacer valer los derechos de ambas partes y proteger el bienestar de los hijos. A continuación se detallan las medidas legales y las situaciones que se pueden presentar en relación al incumplimiento de la custodia compartida.

Acciones legales ante el incumplimiento

Ante el incumplimiento de la custodia compartida, es importante tomar medidas legales para garantizar su cumplimiento y proteger los derechos de los hijos. Estas acciones pueden variar en función de la gravedad de la situación. En situaciones leves, donde el incumplimiento es menos grave, se puede comenzar solicitando la ejecución de la sentencia al juez encargado del caso. Esto implica presentar una solicitud para que se haga efectiva la custodia compartida según lo establecido en la sentencia.

Situaciones leves: solicitud de ejecución de la sentencia

En caso de incumplimientos leves, como retrasos ocasionales en la entrega del menor, es posible solicitar al juez la ejecución de la sentencia. Para ello, se debe presentar un escrito en el juzgado correspondiente, detallando de manera precisa y documentada las irregularidades que han ocurrido. Es importante recopilar pruebas sólidas que respalden las afirmaciones y sustenten la solicitud de ejecución. Con esta acción, se busca poner en conocimiento del juez la situación de incumplimiento y solicitar su intervención para que se cumpla la custodia compartida.

Situaciones graves: delito de desobediencia a la autoridad

En casos más graves, donde el progenitor custodio obstaculiza de manera reiterada y deliberada el ejercicio de la custodia compartida, se puede considerar que se está cometiendo un delito de desobediencia a la autoridad. Estas situaciones implican un incumplimiento mucho más serio y requieren de una intervención legal más contundente. En estos casos, es recomendable buscar asesoramiento jurídico especializado para interponer las denuncias correspondientes y recopilar todas las pruebas necesarias para sustentarlas. La desobediencia reiterada a las resoluciones judiciales puede llevar a penas más graves para el progenitor que incumple, incluso la pérdida de derechos relacionados con la patria potestad y la custodia del menor.

 

Consecuencias del incumplimiento de la custodia compartida

 

Daños psicológicos y emocionales para el menor

El incumplimiento de la custodia compartida puede tener graves consecuencias para los hijos. Los menores pueden sufrir daños psicológicos y emocionales al ser separados de uno de sus progenitores. La falta de contacto regular con uno de sus padres puede generar sentimientos de abandono, confusión y tristeza en los niños. Además, pueden experimentar dificultades en el establecimiento de relaciones saludables en el futuro, así como problemas de adaptación y rendimiento académico.

Penas legales y pérdida de derechos para el progenitor sustractor

El incumplimiento de la custodia compartida puede tener graves consecuencias legales para el progenitor sustractor. En casos de incumplimiento grave, como la negativa a entregar al menor al otro progenitor, se puede considerar un delito de desobediencia a la autoridad. Si se demuestra dicho incumplimiento, el progenitor sustractor puede enfrentarse a penas de cárcel y a la pérdida de derechos relacionados con la patria potestad y la custodia del menor. Además, estas acciones pueden influir negativamente en futuros procesos legales relacionados con la custodia y visitas, afectando la imagen y credibilidad del progenitor infractor ante los tribunales.

Factores que pueden llevar a la denegación de la custodia compartida

Existen varios factores que pueden influir en la denegación de la custodia compartida en España:

Distancia geográfica entre los domicilios de los progenitores

La distancia geográfica entre los domicilios de los progenitores puede ser un motivo para negar la custodia compartida. Cuando la distancia es considerable, puede generar problemas logísticos y dificultades para garantizar una convivencia equilibrada de los hijos con ambos progenitores. En estos casos, se podría considerar más conveniente establecer un régimen de visitas o una custodia monoparental.

Edad de los niños y periodo de lactancia

La edad de los niños también puede ser un factor determinante en la denegación de la custodia compartida. Especialmente en los casos en los que son muy pequeños y se encuentran en periodo de lactancia, se considera que la figura materna y la lactancia son especialmente importantes para su desarrollo físico y emocional. En estos casos, se podría optar por otorgar la custodia monoparental a la madre.

Imposibilidad económica para asumir la custodia compartida

La imposibilidad económica para asumir la custodia compartida puede ser otro motivo para su denegación. Si uno de los progenitores no cuenta con los recursos suficientes para garantizar un entorno adecuado y beneficioso para los hijos, el juez puede considerar que la custodia compartida no es viable. El bienestar material y económico de los hijos es primordial y se busca asegurar su calidad de vida y desarrollo adecuado.

 

Relación entre los progenitores y la custodia compartida

 

Importancia de la buena relación entre los progenitores

Para que la custodia compartida funcione de manera adecuada y beneficie a los hijos, es fundamental que los progenitores mantengan una buena relación. La comunicación y el respeto mutuo son pilares fundamentales para establecer acuerdos y tomar decisiones conjuntas en relación a la crianza y educación de los hijos. La colaboración entre ambos progenitores, a pesar de la separación, es esencial para brindar estabilidad emocional y afectiva a los hijos.

Una buena relación entre los progenitores también contribuye a crear un ambiente familiar saludable y libre de conflictos. Esto permite que los hijos se sientan seguros y protegidos, al tiempo que fortalece los vínculos afectivos con ambos padres. Asimismo, una relación cooperativa entre los progenitores facilita la coordinación de horarios, actividades y decisiones relacionadas con la crianza, lo cual resulta beneficioso para el bienestar de los hijos.

Desacuerdos y tensiones normales en el proceso de separación

Es importante tener en cuenta que en un proceso de separación o divorcio es normal que surjan desacuerdos y tensiones entre los progenitores. Estas diferencias de opinión pueden estar relacionadas con la distribución del tiempo con los hijos, la toma de decisiones importantes o cualquier otro aspecto relacionado con la custodia compartida.

Sin embargo, es fundamental gestionar de manera adecuada estos desacuerdos y tensiones para evitar conflictos mayores que afecten la relación entre los progenitores y los hijos. En este sentido, es útil recurrir a la mediación familiar u otros métodos alternativos de resolución de conflictos para buscar soluciones consensuadas.

Es importante recordar que los desacuerdos normales no deben ser obstáculos para la custodia compartida, siempre y cuando estos no pongan en riesgo el bienestar de los hijos. Los progenitores deben priorizar el interés superior de los hijos y estar dispuestos a ceder en determinados aspectos para garantizar su bienestar emocional y desarrollo adecuado.

- La buena relación entre los progenitores es fundamental para una custodia compartida exitosa.

- La comunicación y el respeto mutuo son clave para tomar decisiones conjuntas en beneficio de los hijos.

- La colaboración entre ambos progenitores brinda estabilidad emocional a los hijos.

- Los desacuerdos normales en el proceso de separación deben gestionarse de manera adecuada.

- Los métodos alternativos de resolución de conflictos pueden ser útiles en casos de desacuerdos importantes.

- Los desacuerdos normales no deben ser obstáculos para la custodia compartida, siempre y cuando no perjudiquen el bienestar de los hijos.

Estos son algunos aspectos relevantes sobre la relación entre los progenitores y la custodia compartida. Es fundamental fomentar una comunicación abierta, buscar acuerdos consensuados y tener en cuenta el interés superior de los hijos en todo momento.

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