CÓMO PUEDO RECUPERAR LA FIANZA CUANDO FINALIZA EL ALQUILER
La fianza es un depósito en metálico que el arrendatario está obligado a prestar al arrendador cuando celebran un contrato de arrendamiento. Esta fianza, que normalmente corresponde a una mensualidad de renta, tiene la finalidad de proteger al arrendador cuando finaliza el contrato, para el caso que existan desperfectos en la vivienda o facturas impagadas imputables al inquilino, de modo que el propietario pueda hacer uso de la fianza para realizar los arreglos oportunos.
Es importante indicar que la fianza es una cantidad de dinero que se presta en depósito, es decir, que pertenece al inquilino y el arrendador no puede hacer uso de ella durante la vigencia del contrato. De hecho, la Ley de Arrendamientos Urbanos regula la posibilidad de que las Comunidades Autónomas que lo consideren, puedan establecer la obligación de que los arrendadores depositen el importe de la fianza en el organismo de la Administración pública que se habilite al efecto.
En todo caso, la fianza ha de estar recogida en el contrato de arrendamiento. Así, una vez finalizado el contrato, el arrendador deberá devolver la fianza al arrendatario en el plazo máximo de un mes desde que el inquilino le entregó las llaves. Pasado este plazo, la fianza comenzará a devengar intereses a favor del arrendatario.
Si cumplido el mes el arrendador no ha devuelto la fianza, el arrendatario podrá reclamar ante los tribunales la cantidad de la fianza, más los intereses que haya devengado, en base a un incumplimiento del contrato de alquiler. Entonces, será el arrendador quien tenga que probar el motivo por el que no devuelve el depósito.
Por tanto, algo que parece tan sencillo no siempre lo es y muchos caseros se niegan a devolver la fianza alegando mil excusas. Si tienes un contrato de arrendamiento y tiene dudas sobre la devolución de la fianza o has de reclamársela al arrendador, ponte en contacto con nosotros y te ofreceremos asesoramiento jurídico sin compromiso.