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La trampa de las tarjetas revolving

La trampa de las tarjetas revolving

Las tarjetas revolving funcionan, en apariencia, como una tarjeta de crédito habitual, que te permite comprar aplazando el pago.

Sin embargo, su particularidad radica en que no debes pagar a la vez todo lo que has gastado, sino que te posibilita fraccionarlo. Por tanto, es el usuario quien elige cómo devolver el dinero, habitualmente mediante una cuota mensual fija. 

Es decir, en la práctica, viene a ser un pequeño crédito. Pero aquí está la trampa: es un crédito que aplica unos intereses altísimos y abusivos, de entre el 25% y 30% 

De este modo, bajo la aparente ventaja de poder comprar y fraccionar en cómodos plazos el pago de la tarjeta de crédito, en realidad nuestra compra nos habrá costado mucho más dinero.

Ante este abuso, tuvieron que ser los Tribunales, una vez más, los que pusieran coto a esta práctica.  Ello porque los intereses que devengan este tipo de tarjetas, que en algunos casos son próximos al 30%, son usureros y por tanto susceptibles de ser anulados.

Así lo determinaron varios tribunales y fue confirmado por el Tribunal Supremo al declarar nula la contratación de esta tarjeta, condenando al banco a devolver el exceso de los  intereses pagados.

Por ello, todos aquellos afectados tienen la opción de recuperar el capital pagado de más, incrementado en los correspondientes intereses. Incluso aquellos que todavía se encuentren devolviendo el capital dispuesto tienen la opción de evitar este abuso.

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