QUÉ ES EL PRECONCURSO Y CUÁLES SON SUS VENTAJAS
El preconcurso es una figura normalmente desconocida entre los empresarios que, sin embargo, puede ayudar a las empresas a superar situaciones críticas, evitar el cese de la actividad y lograr su saneamiento y supervivencia.
Se trata de un sencillo procedimiento, previsto en la Ley Concursal, que se inicia con la comunicación al Juzgado por parte de la empresa que se encuentra en una situación de insolvencia y que despliega diversos efectos dirigidos a proteger la actividad.
Se entiende que está en insolvencia aquella empresa que tiene dificultades económicas y no puede cumplir regularmente sus obligaciones de pago. Es decir, aquella que se encuentra en una situación de sobreseimiento general y no puntual en el cumplimiento de sus obligaciones. Un ejemplo sería aquellas situaciones en que se dejan de pagar las nóminas de los trabajadores, se incumplen las obligaciones fiscales, tributarias y de Seguridad Social o no se atienden las facturas de los proveedores.
La principal ventaja que supone el preconcurso es la paralización de todos los embargos que se dirijan contra bienes y derechos de la empresa que resulten necesarios para ejercer su actividad. Así, no podrán embargarse maquinaria ni vehículos, saldos en cuentas bancarias necesarios para atender los pagos de la actividad, etc.
El preconcurso despliega sus efectos durante un plazo máximo de 3 meses, que es el tiempo que tiene la empresa para poder negociar un acuerdo con bancos y acreedores que le permitan superar su situación de insolvencia. Transcurrido este plazo, la empresa dispone de un mes adicional para comunicar la existencia del acuerdo o solicitar su concurso definitivo.
Durante este plazo de vigencia del preconcurso, la empresa mantendrá su actividad ordinaria con toda normalidad. Es decir, no estará intervenida por ningún administrador concursal, sino que los administradores sociales mantienen el control de la misma sin limitación especial para tomar decisiones.
Además, el preconcurso no tiene carácter público, ni se publica ni se divulga a terceros. Por tanto, los clientes de la empresa no tienen por qué saberlo, de tal forma que no perjudica su imagen.