La Ley del Medicamento en el punto de mira: veterinarios exigen cambios urgentes
Un decreto que limita los tratamientos veterinarios provoca protestas en todo el país
La muerte de una perra en Galicia ha encendido las alarmas en el sector veterinario. La aplicación del Real Decreto 666/2023, conocido como la Ley del Medicamento Veterinario, ha generado una ola de protestas por las restricciones que impone en la administración de fármacos a los animales.
Restricciones que ponen en riesgo la vida de los animales
El Real Decreto 666/2023 surge de la aplicación del Reglamento Europeo 2019/6, cuyo objetivo es controlar el uso de medicamentos veterinarios para combatir la resistencia a los antibióticos. Sin embargo, la normativa ha sido implementada en España de manera estricta, limitando severamente la capacidad de los veterinarios para recetar y administrar ciertos tratamientos.
Uno de los puntos más controvertidos es la obligatoriedad de realizar cultivos bacterianos antes de administrar antibióticos más potentes. Este proceso puede tardar días, lo que, en casos urgentes, puede resultar fatal para los animales. Además, la ley restringe la venta de medicamentos en clínicas veterinarias, obligando a los tutores de mascotas a adquirirlos en farmacias, lo que puede dificultar el acceso inmediato a tratamientos.
La muerte de Selva: el caso que ha avivado la protesta
La indignación del sector veterinario y de los propietarios de mascotas ha alcanzado su punto álgido tras la muerte de Selva, una perra de nueve años en Galicia. El animal fue mordido por otro perro y necesitaba un tratamiento con antibióticos más específicos. Sin embargo, la normativa obligó a esperar los resultados de un cultivo bacteriano antes de poder administrarle el fármaco adecuado. Cuando estos resultados llegaron, Selva ya había fallecido por sepsis.
Este caso ha puesto de manifiesto los peligros de la normativa, ya que el retraso en la administración de medicamentos puede tener consecuencias fatales en situaciones de emergencia.
Multas y sanciones a veterinarios por incumplir la normativa
Las restricciones de la ley también han afectado directamente a los profesionales del sector. En Baleares, un veterinario ha sido sancionado con una multa de 90.000 euros por vender medicamentos en su clínica sin seguir el procedimiento exigido por la normativa. Esta es la primera sentencia firme sobre este tipo de infracción, lo que ha generado un clima de incertidumbre y preocupación entre los profesionales.
Los veterinarios denuncian que la ley los pone en una situación complicada: si cumplen la normativa, pueden poner en peligro la vida de sus pacientes; si la incumplen, se enfrentan a sanciones que pueden oscilar entre 3.000 y más de un millón de euros.
La comparación con otros países europeos
Si bien la regulación sobre medicamentos veterinarios tiene su origen en la normativa europea, en otros países se ha aplicado de forma menos restrictiva. En lugares como Alemania o Francia, los veterinarios tienen mayor margen de decisión en la administración de fármacos. En Italia, las restricciones también han generado malestar, aunque no con la misma intensidad que en España.
Protestas y exigencias de cambio
Las protestas contra la Ley del Medicamento se han extendido por varias ciudades de España. Veterinarios y propietarios de mascotas reclaman la derogación o modificación del decreto para garantizar una atención más eficaz a los animales. Bajo el lema "Salvar la vida de una mascota no debería ser un lujo ni un delito", los profesionales exigen que se confíe en su criterio médico, al igual que ocurre en otros países de la Unión Europea.
Además, piden la reducción del IVA veterinario, que actualmente se mantiene en un 21%, encareciendo los tratamientos y dificultando el acceso a la atención veterinaria para muchas familias.
Un futuro incierto para la regulación veterinaria en España
Mientras las protestas continúan y el sector veterinario sigue reclamando cambios, el Gobierno aún no ha dado señales de una posible modificación de la normativa. La preocupación sigue creciendo entre los profesionales y los tutores de mascotas, quienes temen que situaciones como la de Selva se repitan si no se flexibilizan las restricciones actuales.
Por el momento, el debate sobre la Ley del Medicamento sigue abierto, y la presión de los veterinarios podría ser clave para impulsar cambios en la legislación.